El guerrero alimentó a las serpientes simplemente por aburrimiento… No tenía idea de lo que le esperaba un día…
Cuando un soldado ucraniano salió de su puesto tras un turno nocturno y vio los cuerpos sin vida de todos sus camaradas esparcidos por el campamento militar, se dio cuenta de una terrible verdad. Mientras una enorme serpiente le bloqueaba el paso agresivamente, impidiéndole moverse durante horas, una verdadera masacre se desarrollaba a cientos de metros de distancia. Lo que descubrió esa mañana de 2023 en el Donbás conmocionó a todos.
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Ocurrió en el apogeo de la guerra ruso-ucraniana. El joven, como muchos de sus compañeros, se ofreció como voluntario para servir en el punto crítico. Escribió una carta solicitando ser enviado al frente, impulsado por el deseo de ponerse a prueba y saldar su deuda con su patria.
Pero entonces no tenía ni idea de cómo terminaría esta acción. Una pequeña unidad de tropas ucranianas estaba estacionada en el Donbás, cerca de la línea del frente, en una colina no lejos de los asentamientos destruidos. Los servicios de inteligencia informaron que el ejército de ocupación debía atravesar estos mismos senderos esteparios y zonas boscosas para reforzar a las principales fuerzas rusas.
La posición era estratégicamente importante. Servir en estos lugares era increíblemente difícil. La temperatura fluctuaba drásticamente, alcanzando a veces los 35 grados Celsius durante el día y bajando a -5 grados Celsius por la noche.
El aire contaminado por el polvo y el humo de los incendios dificultaba la respiración. Las condiciones inestables en las trincheras y refugios excavados a toda prisa. El miedo constante a perder la vida o a un compañero cercano.
Todo esto era estresante. El miedo a ser apuñalado por la espalda provocaba insomnio crónico. Muchos soldados no podían soportar la presión psicológica.
El héroe de esta historia lidiaba con el estrés a su manera. Con gusto reemplazaba a sus compañeros soldados si le pedían que hiciera guardia. De todos modos, el joven dormía mal, así que podía montar guardia toda la noche sin problemas.
Cuando el clima estaba relativamente tranquilo, se entretenía observando la fauna local. Estos lugares eran el hogar de muchas criaturas peligrosas: arañas viudas negras, falanges, escorpiones, víboras y, por supuesto, serpientes comunes.