Durante la cremación de su esposa embarazada y fallecida, su esposo ve cómo su vientre se mueve…

Ethan y Amara, su esposa, llevaban dos años casados. Venían de mundos diferentes: Ethan, un arquitecto blanco de una familia adinerada de Boston, y Amara, una enfermera negra de origen humilde. A pesar de su amor, su madre, Helen Carter, nunca la aceptó.
Desde el primer día, Helen había llamado a Amara “un error”.

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“Ella no pertenece a esta familia”, decía con frialdad. “Y ese bebé tampoco”.
Ethan intentó defender a su esposa, pero las palabras de su madre a menudo se colaban como veneno en sus pensamientos. Aun así, amaba profundamente a Amara, y cuando se embarazó, prometió protegerla pase lo que pase.
Pero el resentimiento de Helen solo creció. Empezó a visitarla con frecuencia, fingiendo “ayudar”, mientras menospreciaba sutilmente a Amara. Una mañana, le trajo una taza de té de hierbas.
“Es para el bebé”, sonrió Helen. “Una receta familiar para embarazos saludables.”
Amara dudó, pero no quería ofenderla. Se lo bebió y, en menos de una hora, se desplomó.
Ethan la llevó rápidamente al hospital. Los médicos lo intentaron todo, pero tras horas de esfuerzo, declararon muertos tanto a Amara como al feto. Ethan quedó destrozado. Su mundo se derrumbó en un instante.
Cuando el médico le preguntó sobre los preparativos del funeral, la voz de Ethan tembló.
“Ella… le tenía pánico al fuego. Siempre decía que quería ser enterrada. Pero mi madre cree que la cremación es lo mejor.”
En su dolor y confusión, Ethan dejó que su madre se encargara. Al día siguiente, se organizó la cremación en el crematorio de la ciudad. La familia de Amara ni siquiera estaba informada todavía; Helen afirmó que “era mejor así”.
De pie frente al horno, Ethan apenas podía respirar. El sacerdote comenzó a entonar oraciones y el personal se preparó para empujar el ataúd a las llamas.
Entonces, algo imposible sucedió. La seda que cubría el cuerpo de Amara se movió ligeramente. Su vientre se movió… Continuará en los comentarios 👇